A finales de 2017 terminé mi carrera. Mi examen, lo solicité a puerta cerrada y me fui vestido con mi camisa tropical comprada en C&A al igual que los pantalones cortos de color avellana. En vez de explicar mi tesis me puse a reseñarla en tercera persona como si se tratara de un libro y una investigación sobre la vida del autor. No pertenecí a ninguna generación porque desde el inicio decidí llevar un sistema de materias salteadas; conociendo diferentes grupos y personas. No tuve un discurso de graduación porque no me sentía identificado con los valores que promovía la universidad, era un lobo estepario sin pertenencia.
Quería un discurso final, no llegó hasta éste preciso momento en que leí a Kurt Vunnegut, un escritor que se hizo famoso en la década de los sesentas con una novela de ficción autobiográfica titulada Matadero cinco en donde relata su participación en la Segunda Guerra Mundial. Vunnegut es considerado un Humanista y su trabajo es el de un hombre que siempre se dedicó a la escritura y la búsqueda de sentidos para amar y apreciar la vida. Sigue leyendo