Sebastián de la noche oscura

Como reflexión final me gustaría decir que cuando Sebastián muere azotado, Diocleciano lo mandó a arrojar a las aguas puercas donde se estancaban las heces fecales. Sebastián quedó suspendido en el aire evitando que su hermoso cuerpo se manchara entre la inmundicia y mierda. A diferencia del santo, Mateo se manchó de todas las porquerías del ser humano, esas porquerías no fueron suficientes para que Mateo siguiera soñando con su amado Abel. Sigue leyendo